-Existen solo los muros blancos que me conducen al centro, tan solo las esquinas como aristas y el pozo de donde nacen todos los pasillos.
Y, sin embargo, Teseo vino desde afuera, desde el espacio abierto, desde el cielo y el mar y las costas plácidas.
Esto ocurrió, según cuentan, en la primera mitad del siglo XXI. Aún caminaban sobre la tierra mujeres como el marfil o el alabrasto, hermosas como Ariadna.